31.3.16

Hay poesía en la puerta de los baños

Te extraño porque sos mi sangre. Mi cuerpo te demanda como al aire. No pretendo romantizar cosa tan fisiológica, pero te puedo jurar que mi carne arde sin tu sal. No te puedo sentir lejos porque sino no me siento a mí. Ocupás el recoveco más grande en mi cajón de raciocinios de las cuatro a eme. Y no sé si eso es bueno, pero sé que muy pocos lo han logrado.