Todo acaba, todo termina al fin. Qué loco, ¿no? Yo todavía no lo puedo creer, y ¿vos? Bueno, igualmente ya no importa. Un montón de veces te lo dicen, que va a doler va a doler, pero no alcanza con que todo el mundo te lo diga, lamentablemente; lo tenés que experimentar por vos mismo. Y sí, es un asco. Es sentir que tenés acumulado un vómito insoportable a punto de lanzar, pero que nunca se va; te ahoga para siempre, o al menos así se siente por un tiempo. "Ya no sé si te amo", pum, un cráter en el medio del alma, sentís físicamente - lo cual es muy loco e inverosímil - cómo tu corazón se rompe en siete mil pedacitos al mismo tiempo, y duele más que romperte algún hueso, duele como si la sangre ya no siguiera el camino hasta las venas y comenzara a explotar todo y a inundarse de sangre y agujas y dolor. Y amor, mucho amor, pero a vos ya no te sirve mi amor. Eso. Ya no te sirvo. Soy curita vieja, un mate amargo ya frío. Pero bueno, está bien, yo no te puedo obligar, y está bien. ESTÁ BIEN. Me lo voy a tatuar, para poder ser un poquito más positiva por las noches. Ay, las noches, cómo me duelen, ya ni las estrellas me parecen lindas. Suspiro para siempre.
Es un poco raro. Es como estar en estado de shock, pero bien consciente, porque si estuviera en coma por lo menos podría soñar. Yo ya no puedo soñar. PERO, ESTÁ BIEN. Resignarse. Y ahora escupo todas estas palabras desordenadas y armo un crucigrama con tu nombre y le agrego un "te fuiste" en cursiva, porque vos escribías en imprenta y creo que voy a odiar la letra imprenta toda mi vida. Escribías muy prolijo. Eras perfecto para mí. Y, dentro de todo lo que me pasó en la vida hasta ahora con diecinueve años (que sé que no son nada, mi vida recién empieza, "sabés cuántos pibes te vas a enganchar en el futuro, nena", me dice mi papá, y blablabla), es la primera vez que la paso tan mal así. Desde muy chiquita me gustaban los nenes, y tenía noviecitos en jardín y demás, y todavía me acuerdo de mi primer novio "en serio" (mentira, duró como un mes, y después fuimos amigos) y me río. Pero, esto, de esto siento que no me voy a reír nunca, porque era en serio, multiplicado por mil. Era estar enamorada hasta ayer - después de tres años de relación, complicaciones, "hoy no puedo" y un tiempo que me pediste una vez hace casi un año -, y te amaba con un fuego adentro y unas mariposas ENORMES en la panza. Amarte era poco, yo te amaba por más allá de todo, con un cariño que superaba las barreras de cualquier otra cosa. Eras mi mejor amigo, literalmente podía contar para todo con vos. Nos gustaba hacer de todo. ¿Sabés qué difícil es encontrar un chabón que quiera hacer las mismas cosas que vos? TODO, absolutamente todo. Cine, el mismo tipo de películas y series, música, nos gustaban los mismos autores de libros, la fotografía, comida, TODO. Es una mierda eso. Es una mierda todo.
Qué se yo. Yo me quería casar, quería perros, hijos, viajes, fotos. Quería un futuro 2x1. Hasta mi gato, que es el ser más antipático que conozco, te quería. Qué desperdicio, nene. Romperle el corazón a un gato, a una familia que acá te quería, que te agradecía, a mi abuela que siempre que me llama pregunta por vos antes de preguntar por mí. ¿Qué les digo ahora? Y es la segunda vez que me lo haces. Bueno. ¿Sabés qué es lo que más me molesta? Que lo hayas hecho vía celular. Un asco, la verdad. Atrevete a decirme que ya no me amás mirándome a los ojos, cosa que no podés hacer porque te das asco a vos mismo seguramente. Porque sabés que nunca más vas a ver estos ojos en tu cama, con esos rayitos de sol que a veces entraban por tu ventana. Porque me perdiste, y sos un boludo por eso. Y espero que te acuerdes para siempre, aunque cuando tengas 30 años y te cases y todo eso, capaz ya no te duela tanto. Eso es lo peor. Vas a tener otra mina, otra vida, y yo también, obvio, pero, ¿qué necesidad de haber dividido el camino en dos diferentes si teníamos algo hermoso? Qué-ne-ce-si-dad, en ése tono.
El amor es una mierda. Te saca todo. Es el mejor vendedor, te seduce, te convence y zas, te quedaste desnudo y con agujero donde antes había algo que latía. El amor es un coleccionista de corazones. Los pone en una repisa y se caga de risa. Total, uno tiene la culpa por haber confiado un poquito too much. Y qué asco, porque ahora se llevo el mío. Y estoy convencida, las personas no hacen más que abandonarme. Primero, mi mamá, ahora vos y ya fue porque, ¿de qué sirve una mesa si ya le sacaron dos patas? Se cae. Nadie me va a querer comprar. Estoy destinada a quedarme sola y a sentirme culpable. A dormirme como a las cinco de la mañana y despertarme con la cara pegada a la almohada porque las lágrimas cuando se secan son como la gotita y te duele despegarte las pestañas de esa basurita seca. Y vos seguramente leerás esto y te cagarás de la risa porque yo estoy hecha mierda y vos no, ES OBVIO. Te sacaste un peso enorme de encima, 50 kilos, que es lo que peso yo.
Odio cómo escribo cuando estoy vulnerable, obvio, pero me gusta escribir, estoy nadando un poco en vez de ahogarme como me va a pasar a partir de las once cuando todos ya se van a dormir, y yo me quedo sola, bronceándome con el rayo blanco de este puto monitor. Y sé que escupo palabras, y sé que mucho no te importa, y sé que tendría que haberme dado cuenta antes de que "querías estar solo". Y ENCIMA ME DECÍS QUE NO SABES DESDE CUÁNDO TE PASA ESTO. Un chiste lo tuyo, la verdad, buenísimo. Ni sabor a mis últimos besos le habrás encontrado, cuando yo te besaba con todo el amor del mundo, vos ya estabas pensando en el viaje de vuelta a tu casa, a tus putos libros, a esa soledad de mierda de tu pieza de mierda, con tus cortinas de mierda y toda la mierda que sos vos. Qué mierda. Me das asco. Y yo me sigo acordando de todo, de cómo te conocí, de la segunda vez que nos vimos en esa fiesta (de mierda, mierda, mierda), de la ropa que tenías puesta. Vos seguro NI te acordás de lo que yo tenía puesto, de mi campera de jean, de una remera que ya no me va pero que la guardo por ése día. Qué estúpida. Ni tu voz pude escuchar diciéndome "no sé si te amo ya". Y el último beso que te di fue uno horrible, sin sabor, de un día del orto y un medio abrazo sin ganas. Tenía un dolor horrible de cabeza. Y nada, las últimas veces solos también fueron un asco y quizás ahí fue donde comenzó el fin. Claro, te aburrí en la cama o algo así, qué se yo. Las conclusiones ya vienen solas. Tonta, tonta, tonta, re mil tonta. ¿Qué más? Ah, sí, cuando nos conocimos y empezamos a salir y eso, vos tenías un blog así como éste pero de color verde, y escribías cosas hermosas para mí (o copiabas y pegabas de canciones, qué se yo), y una vez subiste una foto mía y era todo muy lindo. Borraste ese blog y en los últimos meses no se te ocurrió dedicarme ni un solo comentario a mí, nada. Ahí cambió todo también. Yo te llamaba la atención en todos lados, en toda red social, vos contestabas cada mil años, casi por obligación porque si no, yo me enojaba. Y yo me tenía que tragar que todas las demás putas parejas se maten a fotos de besos, selfies juntos y toda esa porquería en todas las páginas, desde instagram hasta twitter. Y a vos ni un solo "feliz día/te amo/amor". Solitario. Un corazón solitario nunca deja de ser así, gris, triste, para ellos mismos. No hay más egoísta que el solitario. Me enamoré de un pelotudo que lo que tenía de genial lo tenía de cerrado. Nunca me contabas nada, nada, nada. Al final, entonces, éramos bien diferentes.
Qué asco, loco. Perdiste el juguete más lindo que tenías. No lo digo de engreída, lo digo porque sé que soy única en muchas cosas y que no tenías que hacer NADA, absolutamente nada para convencerme. PORQUE YO TE AMABA, PELOTUDO. Tuve gente que, hace mucho, quiso tener algo conmigo pero yo no e igual las cosas terminaron bien porque ellos me apreciaban como era. A vos se te exprime y no se te cae una gota de sinceridad, de consideración. A vos no te pasa nada. De todas formas, supongo que ya te voy a poder olvidar, no sé cuánto tiempo será el necesario: un mes, un año, siete mil años, qué se yo. Quizás me case con un tipo súper amable pero todavía siga pensando en vos cuando lo bese, cuando duerma con él. Y eso es un asco. Yo no quiero vivir Diario de una pasión una y otra vez, qué pelotudez, mirá si te voy a esperar o algo. Ni loca. Pero, ahí está el tema, que ya no sé si voy a poder amar tanto como te amé a vos, siento que te llevas todo con vos y ya no voy a poder ser feliz, ya no voy a poder tener una primera cita en el cine porque ahí fue donde fuimos por primera vez y donde fuimos un montón de veces porque éramos cinéfilos. Te odio. Sí. Te amo, te amo con odio porque me rompiste el corazón con un martillo enorme, me quebraste todo el cuerpo con un mensaje de texto. Y me odio, me odio por amarte tanto, por haberte dado todo. Y te amo, te amo con todo el corazón que te llevaste, te amo con el agujero en el pecho que me dejaste sangrando, te amo con mi vida que ojalá sea corta para dejar de sufrir y encontrarme con mi mamá para que me consuele. Y qué patética soy, acá, mojando el teclado con las lágrimas más gruesas que alguna vez lloré. Y tienen tu nombre, todo mi cuerpo extraña tu cuerpo, y mi boca tu boca, y te amo, y no lo puedo creer. Me gustaste como nunca antes me gustó alguien, me hiciste sentir un montón de cosas que no sabía que pasaban en la vida real, y por muchas cosas te agradezco. Fuiste lo mejor que me pasó en mis casi veinte años. Mi primer amor de verdad. Mi primer beso con amor de verdad. Mi primera vez con amor y miedo y más amor. Gracias. Perdoname, por no haber sido suficiente para que te quedaras conmigo. Perdoname por los defectos, los errores, las cosas que hice mal por primera vez, perdoname por no haber alcanzado. Mi corazón va a ser siempre tuyo. Espero que encuentres la felicidad, porque la mía te la robaste, pero no me la devuelvas. No me olvides. Todavía.